MANUEL FERRER

Blog personal de Manuel Ferrer Muñoz


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Diana L. Cardona Colorado. Integración multicultural en los Bancos del Tiempo

logo_BT_originalPonencia presentada en X Jornada de Bancos del Tiempo de la Asociación Salud y Familia (22 de octubre de 2010)

Principios y aspiraciones

Hombres y mujeres, los de aquí y los de allí, todos somos una mixtura compuesta y nutrida a través del paso del tiempo. Y es que entre los organismos vivos lo único y lo simple no existe: todo es composición, integración.

En esta época que nos ha correspondido vivir, la relación con lo diverso y lo plural se hace más presente que nunca. Jamás en la historia los hombres habían disfrutado de la oportunidad de enlazarse con otros hombres, en tiempo real, sin que el espacio geográfico ejerciera condicionamientos rígidos.

Es preciso aprovechar la potencialidad que encierra la desaparición de las distancias geográficas. Y para ello se requiere sacar partido de las posibilidades que así se abren y continuar construyendo vías a través de las cuales se creen más redes y puntos de encuentro, que multipliquen nuestras inversiones, y acrecienten la riqueza que nos ha sido dada junto con la llamada a la vida.

El Banco del Tiempo es uno de esos caminos que conducen al enriquecimiento que deriva del trato con los demás. En efecto, integrado por personas diversas, genera ganancia para todos.

De ese modo, el Banco del Tiempo se sirve de los contextos de la vida cotidiana, dela naturalidad con que se producen los intercambios de servicios y los encuentros informales entre los usuarios, como ejes principales de acción para la integración social de los inmigrantes.

Asimismo ayuda a mostrar la falsedad de argumentos como los de la competencia o la invasión, esgrimidos con tanta frecuencia en el mundo laboral o en los discursos sobre el insatisfactorio acceso a los servicios sociales.

Concebido el Banco del Tiempo como instrumento para la consecución de la convivencia intercultural, constituye una apuesta de acción positiva, que consideramos preferible a la discriminación positiva. Al integrar a nacionales y extranjeros, ofrece los mismos servicios a unos y a otros y a todos brinda idénticas oportunidades, porque todos actúan en condiciones de igualdad.

También se reconoce la contribución de las personas inmigrantes en los ámbitos sociales, económicos y culturales, y se abren espacios para su expresión a través del trato con personas de otros países.

Logros y realidades

Después de enunciar los principios teóricos por los que se rige nuestro trabajo, es hora de aterrizar en la exposición del trabajo realizado desde que hace poco más de un año nació nuestro Banco del Tiempo.

Con cien usuarios, pertenecientes a más de veinte nacionalidades, y asentado el funcionamiento eficaz de la Secretaría, un adecuado sistema de intercambios y un programa de actividades muy diverso, el balance del Banco del Tiempo de Cemigras en Las Palmas de Gran Canaria se antoja muy satisfactorio a primera vista: y esto gracias a la suma de voluntades de personas que, convencidas de que el empeño valía la pena, en una coyuntura social y económica muy delicada, no han escatimado trabajo ni tiempo.

Pero también el cuadro tiene sombras: para empezar, la dificultad para sostener económicamente el esfuerzo, por la insuficiencia de recursos propios y la escasa cuantía de las subvenciones recibidas.

Muchas personas acuden al Banco del Tiempo como vía de escape para su aislamiento, su desconexión con el entorno social o su angustia ante un sombrío panorama laboral. A todos los que se muestran interesados en incorporarse al Banco se les convoca a una entrevista, en la que se profundiza en el conocimiento de su entorno social y se les muestran los beneficios que pueden obtener del Banco. Todos salen entusiasmados; y, sin embargo, no resulta fácil conseguir que den los siguientes pasos, para realizar intercambios de modo efectivo y continuo, o asistir a actividades.

Nos preguntamos muchas veces por qué los usuarios de determinados colectivos nacionales tienden a reproducir los estereotipos comunes, que nosotros rechazamos: por convicción intelectual y porque, además, nuestra Secretaría está integrada por nacionales y extranjeros. En busca de una explicación para esos comportamientos habría que pensar que los procesos migratorios implican el contacto con nuevas mentalidades que pueden ser muy diferentes de las imperantes en los lugares de origen: de ahí la tendencia a la guetización.

Así, a título de ejemplo, es frecuente que los inmigrantes procedentes de algunos países de Iberoamérica o de la costa atlántica de África se muestren introvertidos y remisos para asumir iniciativas e implicarse en intercambios. Tal vez influya en esto que los usuarios procedentes de esos espacios geográficos sean, en su mayoría, mujeres adultas, con hijos a su cargo, con escasa formación cultural, mentalidades poco abiertas y muy poca disponibilidad de tiempo. En otros casos, se trata de personas en situación profesional y emocional inestable, que contemplan el Banco del Tiempo de un modo instrumental y pasivo, sin que ellas estén dispuestas en la práctica a asumir compromisos ni responsabilidades. Son pocas las chicas de esos países que se han incorporado al Banco, muy probablemente porque trabajan como internas y carecen de tiempo disponible.

La existencia de vínculos identitarios entre los miembros de cada colectivo nacional constituye una rémora para que se impliquen en otros proyectos asociativos que trasciendan la propia nacionalidad. Esta tendencia se percibe incluso en los lugares de recreo: el bar de los peruanos, el trocito de playa de los ecuatorianos, el polideportivo de los colombianos, el paseo de los mauritanos… Estamos convencidos de la importancia de propiciar espacios de encuentro que fomenten la solidaridad por encima de las identidades nacionales.

En busca de soluciones que sirvan para paliar la escasa participación de ciertos colectivos nacionales, prevemos desarrollar actividades que confieran a sus integrantes un papel protagónico, que les dé la oportunidad de hablar de sus propias habilidades y tradiciones culturales. En fase posterior, en la medida en que crezca su autoestima y logren conocer a más usuarios, se reforzará su interés por implicarse más a fondo en intercambios y actividades y ampliar los estrechos límites que cohíben su acción.

El Banco sí interesa a gentes de muy diversas edades y de muy variada extracción social, nacional, cultural, a las que unen unos mismos ideales solidarios y un empeño compartido por salir del propio aislamiento y superar la incomunicación. Con esas personas de toda clase y condición, cualquiera que sea su identidad nacional, sí pueden asentarse con solidez las bases de un Banco del Tiempo solidario y participativo. Y ésa es nuestra apuesta.