Acabo de ver rechazada, sin más explicaciones (sólo el acostumbrado “lamentamos informarle”), la propuesta de ponencia que, con el título «Normativa de la Unión Europea y Legislación española sobre Inmigración y Extranjería. Su aplicación en la Comunidad Autónoma canaria”, presenté para el III Congreso Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales, cuya celebración se prevé en FLACSO-Ecuador del 26 al 28 de agosto de 2015.
Lo notable del caso es que uno de los ejes temáticos de ese congreso es precisamente “Estudios estratégicos, seguridad y conflicto”.
La insensibilidad de los organizadores del congreso adquiere particular realce cuando esta decisión me ha sido trasladada dos días después del desastre del barco pesquero hundido frente a las costas de Libia, con casi mil personas a bordo que trataban de ingresar clandestinamente en las fronteras de la Unión Europea.
Al parecer, poco interesa en FLACSO-Ecuador el análisis de una normativa que propicia unos desastres a los que he dedicado mi atención durante casi diez años desde el Centro Europeo de Estudios sobre Flujos Migratorios de Las Palmas de Gran Canaria (Canarias, España).
Puede que la lejanía del drama –el mar Mediterráneo cae tal vez demasiado distante para los esquemas mentales de los organizadores del Congreso- haya aconsejado la exclusión de una ponencia con la que hubiera deseado poner el dedo en una llaga lacerante que desprestigia a uno de los bloques políticos más influyentes del planeta.
Para FLACSO-Ecuador, parecen importar poco África o el Mediterráneo, o el hecho dramático de que la cifra de personas que se ahogaron se acerque a 900